No son los políticos, sos vos
Los grupos focales en barrios populares muestran una deriva preocupante: la polarización política se está tornando un odio capilar, que apunta hacia la propia sociedad. Urge desplegar estrategias de solidaridad por abajo y confrontación por arriba, para enfrentar al fascismo que está gestándose. En este artículo encontrarás algunas claves útiles.
A 20 años de la masacre de avellaneda: ¿cómo fortalecer la organización y defender la protesta?
La memoria de Darío Santillán y de Maximiliano Kosteki trae un mensaje fundamental para el presente: la necesidad de reforzar la organización, de reivindicar lo público, colectivo y comunitario. También de defender el derecho a manifestarse, expresarse y peticionar.
Palo y a la bolsa
Pasaron los gases, las balas de goma y los discursos. Entre la neblina, pensamos dónde hacer foco. Las características de una nueva casta económica en construcción. La negociación con los gobernadores como arma de doble filo para el gobierno. La legitimación política y social de la represión. En medio del vértigo de la hora, algunas pistas en caliente desde el LEDA, la Escuela IDAES, el CEDES y el CELS para entender el país al que nos arrastra el gobierno y qué está pasando en la calle.
Mentiras y realidades sobre la emergencia alimentaria
“El Ministerio de Capital Humano está violando garantías constitucionales básicas y sus funcionarios incurriendo en delitos graves”, sostiene el autor. Se refiere a la decisión de retener alimentos destinados a asistencia social pero también a la forma en que se realizan los relevamientos de los comedores comunitarios, uno de los argumentos del oficialismo en su embestida contra las organizaciones sociales.
Ni una jubilada menos: si se deroga la moratoria previsional, el 90% de las mujeres no podría jubilarse
Lucía Corsiglia Mura es socióloga, especialista en políticas sociales y docente de Seguridad Social en la UNLP. En esta entrevista explica qué es exactamente la moratoria previsional, y lo grave que sería su derogación, tal como se pretende en el nuevo proyecto de Ley Bases presentado por el gobierno argentino.
Escala el conflicto en Misiones: sigue la protesta policial y los docentes cortaron un puente
"No llegamos a ningún acuerdo", destacó uno de los voceros de la protesta policial y advirtió que "se viene algo muy grave"
Hay un país (pero no el nuestro)
El lesbicidio de Barracas renueva la preocupación por el odio como pasión movilizante y las políticas de la crueldad. El caso puede ser pensado a partir de otro suceso sin forzar líneas de causalidad directa: las declaraciones de Nicolás Márquez. Hay, en él, una ideología cargada de prejuicios y fantasías que durante años orientaron el comportamiento social para darle forma a una sociedad violenta y excluyente. Las palabras circulan y tienen consecuencias sobre la vida de las personas y la convivencia democrática. Desde el Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos (LEDA) advierten que el efecto se profundiza cuando es pronunciado por una voz autorizada e institucionalmente relevante, como un presidente, sus funcionarios o sus asesores. En este ensayo, lxs autorxs analizan el caso y su lugar en la trama de las violencias de odio en Argentina.
De héroes y multitudes
En el mes de abril se mantiene un ritmo sostenido en los conflictos laborales y sociales ya que en marzo fueron 152. Pero hubo un salto cualitativo con la Gran Marcha Federal por la Universidad Pública que se constituyó en la mayor movilización popular de los últimos cuarenta años al movilizarse más de un millón de personas.
¿El movimiento obrero tiene quien lo escuche?
Para algunos apareció como un protagonista inesperado de los primeros cien días del Gobierno de La Libertad Avanza, al demostrar una vez más su fuerte capacidad de convocatoria. La pregunta que abre entonces el 2024 es cómo hará el movimiento obrero organizado argentino para torcer el destino de un proyecto político que necesita destruirlo.
Fingir demencia
Javier Milei se presenta como un loco desacatado, demasiado inestable según algunos para ocupar el sillón presidencial, esperanza que romperá con el modo establecido de hacer política para otros. La retórica cuerdista-capacitista con la que se viene analizando el fenómeno de la Libertad Avanza reaparece en nuestra necesidad de fingir demencia para sobrellevar la realidad a la que nos arroja este hijo sano del neoliberalismo. ¿Cuál es el riesgo de naturalizar la locura? Invisibilizar la eficacia de esta performance no solo para imponer atrocidades discursivas y materiales y concretas, sino para impedir que politicemos nuestro agotamiento.