La deuda, un viento de cola convertido en huracán

La crisis que vivimos es producto del creciente resultado adverso en el sector externo, la política monetarista en materia de lucha contra la inflación y el desenfrenado ritmo de crecimiento de la deuda externa. Eso fue posible por el viento de cola generado por la una alianza con el capital financiero internacional que financió el desaguisado establecido en el poder. Esto parece haber llegado a su fin y el costo fue autoinflingirse una solución yendo al FMI. 

A 2 años: el balance de la gestión Macri

 

El balance de la primera mitad del gobierno de Cambiemos es contundente como para afirmar que se agravaron los desequilibrios macroeconómicos (principalmente en el sector externo), se avanzó en la redistribución del ingreso en detrimento de los sectores populares (en especial, por la caída del salario real y el empleo) y se consumió una buena parte del desendeudamiento alcanzado en el ciclo kirchnerista.

La economía argentina

 

El segundo año de gobierno de Mauricio Macri llega a su fin. Cerrado el ciclo electoral que impulsó al gobierno a abandonar momentáneamente su fe liberal y dar rienda al “populismo financiero” (dólar barato con apertura importadora financiado con endeudamiento externo, y cierto impulso al gasto público, especialmente en obras), parece haber llegado el tiempo de la “cirugía liberal”.

Hegemonía y contrahegemonía

 

Antonio Gramsci (1891-1937) pagó con once años de cárcel y salir de ella gravemente enfermo para morir días más tarde, haber enfrentado a las clases dominantes de Italia y haber querido hacer una sociedad mejor. En esos once años encarcelado trató de explicarse por qué la gente piensa como piensa, cómo era posible que no se comprendiera la raíz represiva y antiobrera del fascismo. Cómo podían apoyarlos aquellos que iban a ser marginados y hasta reprimidos por el gobierno de Mussolini.