La guerra contra la inflación

La inflación anual de precios al consumidor (IPC) ahora se ubica en 7.9% en los EEUU, 5.9% en la Eurozona; 6,2% en el Reino Unido e incluso Japón, una economía que durante mucho tiempo en deflación, ahora tiene una tasa de inflación del 1%. En las llamadas economías emergentes, la inflación es aún peor: India 6,1%; Rusia 9,2%; Brasil 10,5%; Argentina 52%; Turquía 54%.

¿Cómo salir de la inercia inflacionaria?

El país tiene una enorme deuda en moneda extranjera y sufre elevadas tasas de inflación. Sin embargo, contra lo que muchos imaginan, Argentina no rompe los modelos académicos de la teoría económica. Nuestra peculiaridad reside en la intensidad de los componentes que explican la inflación –inercia de la inflación pasada; excesos de demanda; aumento de costos– que entran en una dinámica compleja y difícil de controlar cuando superan ciertos umbrales.

Hacia un consenso productivo exportador con inclusión social

La célebre expresión nietzscheana “no hay hechos, hay interpretaciones” se vuelve especialmente consistente en las semanas poselectorales. En las democracias occidentales, las elecciones funcionan como el gran ordenador de la política. Luego, los medios de comunicación funcionan como escenario de la lucha por la interpretación de los resultados. Sin embargo, las elecciones también incluyen, inevitablemente, hechos: sus resultados se expresan en números. Y los números de las generales de noviembre no catalizaron la debacle insinuada por el ensayo general de septiembre, situación que dejó a no pocos actores que esperaban “el inicio de la transición” pedaleando en el aire.