"Si tratados de libre comercio no contemplan políticas que propicien incorporación de valor agregado a recursos estratégicos nacionales, están atentando contra seguridad regional"

Tras décadas de dictaduras cívico-militares en América Latina que abrieron el camino durante el final del siglo XX en el continente al malhadado modelo neoliberal para profundizar el expolio de los recursos naturales combinando represión a través de la doctrina de Seguridad Nacional y ajustes draconianos en lo económico que ahogaron a los pueblos en la desesperación y la desesperanza, hablar hoy en día en la región suramericana de un nuevo concepto de defensa, es un progreso sustancial que nadie habría podido imaginar hace apenas un par de lustros.

Sostener para profundizar, profundizar para sostener

El proceso de cambio en Bolivia consolida su avance con los resultados de las elecciones del 12 de octubre y Evo Morales se convertirá en el Presidente que más tiempo ha gobernado Bolivia. Ni un solo reproche a un Presidente forjado en las luchas antiimperialistas, anticoloniales y anticapitalistas que en la noche del triunfo electoral tiene la humildad de dedicar la victoria a un Fidel que seguro estaba viendo el discurso con una sonrisa en los labios y un Chávez que estaba muy presente en todos los que celebramos la victoria en la Plaza Murillo.

¿Por qué ganó Evo?

La aplastante victoria de Evo Morales tiene una explicación muy sencilla: ganó porque su gobierno ha sido, sin duda alguna, el mejor de la convulsionada historia de Bolivia. “Mejor” quiere decir, por supuesto, que hizo realidad la gran promesa, tantas veces incumplida, de toda democracia: garantizar el bienestar material y espiritual de las grandes mayorías nacionales, de esa heterogénea masa plebeya oprimida, explotada y humillada por siglos.

Dilma vs. Aécio, dos proyectos antagónicos de país se enfrentan

El primer turno de las elecciones presidenciales brasileñas del domingo 5 de octubre dio un resultado “lógico”: la presidenta Dilma Roussef (Partido de los Trabajadores) candidata a la reelección enfrentará al ex-gobernador de Minas Gerais Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña) en la segunda vuelta el 26 de octubre. Fue 42% del electorado (más 43 millones de votos) contra 34% (casi 35 millones), respectivamente. Son los dos partidos que se enfrentan desde 1994 (con victorias del PSDB ese año y 1998, y del PT en 2002, 2006 y 2010).

El esfuerzo del PT en diez claves

Tenía razón Dilma Rousseff cuando decía que su escenario deseable era ganar en el ballottage y que era un error ilusionarse con una victoria en primera vuelta. No sólo tenía razón porque los hechos se la dieron: efectivamente la coalición dirigida por el Partido de los Trabajadores no llegó ayer al 50 por ciento más un voto que le ahorraría una segunda vuelta. Tenía razón, sobre todo porque el PT estaba obligado a mantener la conciencia de que todavía le quedaba un descomunal esfuerzo hasta el domingo 26. Un esfuerzo que puede analizarse a partir de las claves que siguen:

La especulación desenfrenada

Desde Río de Janeiro

Tan pronto se supo que la presidenta Dilma Rousseff no sólo aseguró su ventaja sobre la evangélica y ambientalista Marina Silva, sino que también logró abrir una ventaja firme y cómoda, los agentes del mercado financiero se lanzaron a su deporte favorito, la especulación desenfrenada.

Lo que está en juego en Brasil

Desde que, como una de sus primeras posturas internacionales, el gobierno de Brasil -encargado, junto con EUA, de concluir las negociaciones del ALCA-, ha bloqueado el proyecto norteamericano de un área de libre comercio, las posiciones de los dos países han comenzado a distanciarse. Desde entonces, las diferencias solo han aumentado.