Adolfo y el IADE y algo más

Menciono todo esto (y callo tanto más), porque ahora que el IADE celebra su medio siglo de existencia, estoy seguro de que a mi padre le hubiera encantado estar presente en las festividades, preparando otro artículo, otra conferencia, otra tertulia, otros consejos, otras críticas. Pero no hubiera podido decir -porque era él tan reservado con sus emociones como yo las dilapido en forma pública lo que ahora quisiera yo puntualizar: cuando el Instituto le dio a mi padre un espacio para pensar y escribir y aportar estaba estableciendo un modelo de trabajo patriótico e intelectual autónomo en tiempos difíciles.

Y por eso su trabazón íntimo con el IADE fue tan fundamental.
Acogieron a mi padre, recibieron su sabiduría y su sentido del humor y su deseo de dar todo y más que todo a la causa de la liberación de nuestros pueblos, y lo ayudaron a derrotar, en las últimas décadas de su vida, esa soledad que nació de ser digno y recto y correcto.

La (no) planificación en la Argentina de los ‘90 y los 2000: apuntes para una historia y posibles lecciones para el futuro

La planificación emerge como una instancia técnica y política a partir de la segunda guerra mundial. A este movimiento no es ajena la Argentina, donde tal actividad va de la mano del desarrollo de la industrialización sustitutiva. La última dictadura militar primero, y luego el primer gobierno democrático, ponen fin tanto a las políticas sustitutivas como a la planificación. Durante la Convertibilidad, se producen dos experiencias de alcance dispar: el Sistema Nacional de Inversiones Públicas (SNIP) y el Plan Federal de Infraestructura. El segundo es un ejercicio de alcance efímero (y básicamente mediático); pero el SNIP constituye una propuesta institucionalizada, que apunta a la calidad de la inversión y a la programación de la misma, a través de los Planes Nacionales de Inversiones Públicas. El SNIP mantiene una posición intrascendente hasta finales de la Convertibilidad, ganando a partir de entonces alguna envergadura. A partir de 2003, la planificación no asume el rol que podría esperarse, en vistas del proceso de reasunción de centralidad del Estado verificado desde entonces. Esta es una tarea pendiente, donde el SNIP podría cumplir una función relevante.

La Evaluación de Impactos Ambientales (EIA) en espacios transfronterizos y la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE)

Si bien la Evaluación de Impactos Ambientales (EIA) realizada en tiempo y forma es necesaria, en muchos casos no es suficiente. La EIA en contextos transfronterizos no sólo deberá satisfacer los requerimientos legales y de los procedimientos, sino que también servirá para mejorar los proyectos, evitar o reducir impactos, permitir la participación pública significativa y la cooperación y entendimiento entre países vecinos. De cualquier manera, una solución mucho más eficiente sería efectuar el análisis en etapas anteriores de la planificación. Es aquí donde aparece la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE).
La EAE es entonces, un proceso de integración, en el que se incorporan las consideraciones ambientales en la formulación y ejecución de políticas, planes y programas (PPP) inherentes a la gestión pública y, al igual que la EIA, ayuda en la toma de decisiones. Es, como la EIA, una herramienta para la evaluación de impactos. La EAE busca soluciones en momentos en que aún son relativamente fáciles de encontrar. Tiene que ver con conceptos y valores, más que con cuestiones técnicas o geográficas. Es preciso interpretar que en un proceso de evaluación estratégica se debe asignar mucho valor a los mecanismos de comunicación y a las comunidades afectadas.

La concentración en la industria argentina a principios del siglo XXI

Con el tratamiento estadístico pormenorizado al que nos tiene acostumbrados, Daniel Azpiazu acaba de publicar un libro esclarecedor en muchos sentidos. A partir del estudio de los datos del Censo Nacional Económico 2004/05 (con información referida al año 2003), el autor realiza una caracterización abarcadora del perfil estructural de la industria argentina desde la perspectiva que resulta de la tipificación de las diferentes morfologías de mercado que coexisten en el ámbito sectorial. Se trata de una línea de análisis que cuenta con arraigo en el medio nacional y que permite trazar una radiografía acabada de muchos de los tremendos legados de las políticas del neoliberalismo sobre el sector manufacturero.

La industria argentina en las últimas décadas: una mirada estructural a partir de los datos censales

La reciente publicación de los tabulados básicos del Censo Nacional Económico realizado entre 2004 y 2005 (con datos referidos al año 2003), brinda elementos de juicio suficientes como para encarar un análisis estructural de la industria argentina. En ese marco, de cotejar tal información con la de los relevamientos censales de 1973, 1984 y 1993 se puede acceder a una visión panorámica de los principales cambios registrados en el sector fabril local en el transcurso de las tres últimas décadas.

Se trata de un horizonte temporal interesante dada su contemporaneidad con cambios sustantivos en el entorno macroeconómico en el que se inscribe el desenvolvimiento industrial y, con ello, en el interior de la propia actividad manufacturera.

El quiebre del proceso sustitutivo, que hasta mediados del decenio de 1970 y al cabo de más de cuatro décadas había tenido al sector fabril como eje ordenador y dinamizador de la economía en su conjunto, devino en una prolongada fase de hegemonía de la valorización financiera y el ajuste estructural, como régimen económico dominante en el que la industria asistió a una profunda y muy heterogénea reestructuración tecnoproductiva, organizativa y en las formas de articulación del tejido fabril. En otras palabras, a un complejo y generalizado redimensionamiento de laactividad inscripto en un intenso proceso de desindustrialización y reestructuración regresiva sectorial.

Chile-Argentina: Una cordillera enajenada. Políticas y perspectivas de la minería

Los debates sobre el trascendente tema de la minería en Iberoamérica no se miden en décadas sino en siglos, desde los principios del “saqueo colonial”. En esta oportunidad dos investigadores suman sus reflexiones a las que nuestra revista publicó en números anteriores y continuará considerando en un grupo de estudios recientemente creado.

Una experiencia europea: la frustración del socialismo reformista

En los años iniciales del nuevo milenio se presenta un nuevo movimiento en muchas partes del mundo, una resistencia masiva contra la globalización neoliberal. Nuevas formas y constelaciones dicen lo mismo que muchos de los viejos ya dejaron de decir, y se resisten a la transformación de la tierra, del agua, de la fuerza humana laboral, de toda la vida humana en mercancía. Advierten que la política tiene que ser movilización, organización y participación.
La expansión brutal del capital lleva a que casi todo intento de detenerla conduzca a un enfrentamiento directo y, además, con elcapital internacional. Por eso también se ha hecho más evidente que la línea divisoria entre la izquierda revolucionaria y la reformista no tiene validez. El reformismo tiene que ser revolucionario, y viceversa. Las reformas tienen que fortalecer al pueblo y socavar las bases del sistema capitalista para lograr la meta de construir una sociedad nueva, solidaria, igualitaria, en armonía con la naturaleza. Por lo cual, en la época de la globalización, los movimientos y los partidos de base social, más que nunca, tienen que ser internacionalistas.

Hambre, subdesarrollo y medio ambiente

Los más resonantes problemas globales ya fueron identificados por Josué de Castro hace 60 años: hambre, subdesarrollo, crecimiento demográfico y destrucción ecológica. Estas amenazas a la seguridad humana y a una vida decente para la humanidad son mucho más inmediatas y peligrosas hoy que en tiempos de ese autor -contrariando las promesas de los beneficios del libre comercio, los mercados financieros abiertos y las políticas económicas promercado. La cuestión es si hay respuestas convincentes a éstos y a otros desafíos.