Si no cambia el consumo, el déficit de agua en el mundo será del 40% en 2030

El planeta tendrá un déficit de agua del 40 % en 2030 si no se cambia el rumbo actual de consumo, según un informe publicado este viernes por la Unesco, que pide que una mejor gestión de este recurso forme parte de los objetivos del planeta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El documento fue difundido a poco del Día Mundial del Agua, que se conmemora el 22 de marzo.

“El sistema capitalista que tenemos ha causado el cambio climático”

¿Podemos detener el calentamiento global? Sólo si cambiamos de modo radical nuestro sistema capitalista, sostiene la ensayista Naomi Klein. En una entrevista con el semanario alemán DER SPIEGEL, realizada por Klaus Brinkbäumer, explica por qué ha llegado el momento de abandonar los pequeños pasos en favor de un enfoque radicalmente nuevo, tal como detalla en su libro de reciente aparición en castellano, Esto lo cambia todo, el capitalismo contra el clima.

“No es casual que las inundaciones sucedan en el corazón sojero del país”

APU: ¿Cómo analiza la situación de las inundaciones?

Jorge Cappato: No es casual que estas inundaciones catastróficas están sucediendo en el corazón de la principal zona sojera del país, es decir, en la provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires; las tres provincias productoras de soja por excelencia. También hay producciones en Chaco, Santiago del Estero y Salta; que también han sufrido parte de este fenómeno de lluvias extraordinarias y que son una de las causas. Pero precisamente son estos eventos climáticos extraordinarios cada vez más frecuentes los que vienen a debelar el estado de degradación profundo del ecosistema agrario. Básicamente debido a la expansión del monocultivo de transgénicos, en primer lugar la soja, después todos los otros transgénicos como el maíz.

Vientos para el cambio. Territorios, energía eólica y cooperativas de electricidad en el sur bonaerense

La disponibilidad de electricidad es un factor estratégico para el desarrollo socioproductivo y las redes de infraestructura energética constituyen un elemento vertebrado de la integración del sistema económico y territorial. La existencia de grandes distancias entre los centros de producción y los de transformación y consumo, junto con la imposibilidad de almacenar la electricidad producida, hacen necesario el desarrollo de una red técnica que asegure la circulación, vinculando los sistemas de transporte con los puntos físicos donde los usuarios requieren la electricidad.

Entre la Economía Ecológica y la Ecología Política

La Ecología Política estudia los conflictos socio-ambientales. Al mismo tiempo, el término designa un amplio movimiento social y político por la Justicia Ambiental que es más fuerte en América Latina que en otros continentes. Este movimiento lucha contra las injusticias ambientales en ámbitos locales, nacionales, regionales y globales. Por ejemplo, lucha contra las injusticias climáticas. Se forman redes entre las OJAs (organizaciones de justicia ambiental) y con otras organizaciones como la Vía Campesina y la CLOC (Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas).

Injusticia climática y geoingeniería

Ante los informes que muestran el creciente caos climático, los promotores de la geoingeniería –la manipulación intencional del clima a escala planetaria– redoblan sus propuestas y han logrado incluso entrar en ámbitos globales de referencia, como el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Intentan además revertir la moratoria contra la geoingeniería que existe en Naciones Unidas en el Convenio de Diversidad Biológica y legitimar técnicas de geoingeniería en las negociaciones de cambio climático.

Balance y perspectiva en el debate sobre cambio climático

Después de la COP19 estamos avanzando aún a paso lento en la definición de acuerdos para cerrar la brecha de mitigación climática en el período pre-2020. Una evidencia de ello es que no vemos claridad en el cumplimiento de compromisos relacionados con el segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto.

No existen claras señales para reducir la brecha de carbono y la ruta a una temperatura menor a 2°C no está siendo garantizada. Requerimos
para ello mayor ambición en mitigación, pero también requerimos que se orienten en dos direcciones: una distribución equitativa del presupuesto de carbono disponible y medidas basadas en reglas estrictas para la mitigación.
El último informe del Grupo Intergubernamental
sobre el Cambio Climático (IPCC por sus
siglas en inglés) nos da ya señales claras sobre
el presupuesto de carbono máximo para no superar
los 2°C.

Cambio climático: una trayectoria rígida y peligrosa

Hace dos semanas se filtró a la prensa un borrador del último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Se trata de un documento preliminar, pero el mensaje es claro: el riesgo de provocar daños severos e irreversibles sobre el clima es real y urge reducir de manera drástica las emisiones de gases invernadero. Este llamado de atención de los científicos contrasta de manera brutal con el desinterés de los gobiernos y grandes corporaciones que dominan la economía mundial.

La versión final del documento filtrado deberá discutirse en una conferencia en la sede de Naciones Unidas en Nueva York el 23 de este mes. Convocada por Ban Ki-moon, esa reunión deberá reunir a líderes de gobierno y del sector privado para discutir acciones concretasorientadas a disminuir las emisiones en el corto plazo. Pero parece que muy pocos jefes de Estado y gobierno asistirán. Eso no debe sorprender.

Ciudad, urbanismo y clases sociales

Los actuales territorios metropolitanos cuestionan nuestra idea de ciudad: son vastos territorios de urbanización discontinua, fragmentada en unos casos, difusa en otros, sin límites precisos, con escasos referentes físicos y simbólicos que marquen el territorio, de espacios públicos pobres y sometidos a potentes dinámicas privatizadoras, caracterizada por la segregación social y la especialización funcional a gran escala y por centralidades “gentrificadas” (clasistas) o “museificadas”, convertidas en parques temáticos o estratificadas por las ofertas de consumo. Esta ciudad, o “no ciudad” (como diría Marc Augé) es a la vez expresión y reproducción de una sociedad a la vez heterogénea y compartimentada (o “guetizada”), es decir mal cohesionada.