La austeridad es parte integral de la tragedia griega

Hay demasiada gente, y entre ella mucha gente de la troika, que consideran la lucha de Grecia como algo que sólo guarda relación con las transferencias de una nación deudora a muchas naciones acreedoras. Por esa razón acaso consideraron el referéndum griego como un movimiento que poco ayudaría, como algo que sólo inflamaría el sentimiento nacionalista. Tal como lo formula Dani Rodrik: “Lo que los griegos llaman democracia se entiende en muchos orros países – igualmente democráticos – como irresponsable unilateralismo”.

Dólar y teoría del todo

Uno de los grandes éxitos discursivos de la economía tradicional consistió en la difusión de su ideología mediante conceptos muy simples. No hay mercado, por complejo que parezca y por multitud de variables que incluya, que no pueda ser reducido muy rápidamente a los principios básicos de la oferta y la demanda; la única “ley” económica que siempre funciona, “como la gravedad”, sólo basta con alinear las variables correctas de la manera adecuada. El resultado es epistemológicamente asombroso; la economía bien podría ser la envidia de la física, que continúa buscando una ecuación “sencilla y elegante” que, unificándola, explique la totalidad del universo.

Principales características e impacto macroeconómico de la fuga de capitales en Argentina

El artículo analiza las principales características que asumió la fuga de capitales en Argentina desde el fin del régimen de convertibilidad, y las consecuencias que tuvieron en el plano macroeconómico. Utilizando los datos sobre formación de activos externos del país, se indagan los factores que incidieron en los episodios más importantes de salida de capitales, que en 2011 obligaron al gobierno a implementar fuertes controles cambiarios para frenar la caída en las reservas del Banco Central.

Desde la década de 1970 la fuga de capitales ha constituido una restricción estructural para el desarrollo de América Latina. Entendida, en forma amplia, como la salida de capitales de residentes de un país, originada en el intento de escapar de regulaciones estatales o de los efectos de políticas públicas (Epstein, 2005), la fuga trae aparejadas consecuencias económicas y sociales negativas. En primer lugar, se trata de un flujo de capitales que deja de ser invertido en el país de origen y, por lo tanto, no incrementa su capacidad productiva ni su fortaleza financiera (Pastor, 1990).

VER">http://www.iade.org.ar/modules/noticias/index.php?storytopic=70]VER DOSSIER

Autocrítica de un Nobel: errores y aciertos de Krugman

Hace poco, mientras limpiaba mi despacho en Princeton, me di cuenta de la naturaleza efímera de escribir sobre políticas: una gran parte de mis estanterías estaba llena de 30 años de libros sobre la trascendental década siguiente. Vaya.

Han pasado casi 10 años desde que empecé a escribir sobre la crisis financiera y la Gran Recesión. Todo empezó con mi diagnóstico de una burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, cuyo estallido yo sabía que sería malo, pero no tenía ni idea de que lo sería tanto como lo fue. En todo caso, ha habido un arco bastante coherente, y allí estaba yo reflexionando sobre mis aciertos y mis errores.

Los consejos del Señor Bein

En el ingreso del tramo en que la campaña empieza a tomar más intensidad, las definiciones económicas adquieren mayor relevancia en el debate electoral. Si bien por ahora no se han convertido en el centro de las propuestas para seducir a los votantes, ya hubo promesas y señales sobre lo que piensan en materia económica los principales candidatos a ocupar la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre de 2015. Mauricio Macri dijo que al otro día de iniciado su gobierno liberaría la compra de dólares provocando críticas de propios y extraños, como la de Roberto Lavagna, uno de los varios economistas que tiene Sergio Massa, que lo calificó de “irresponsable”. Además del dólar, otros temas económicos que estarán en la discusión electoral serán los subsidios, el gasto público, el conflicto con los buitres, la inflación y los salarios.

“La discusión de fondo es por la distribución de la renta”

Comenzó con la espiralización inflacionaria de los primeros meses de 2014, a partir de la devaluación de enero. Luego, con el aval de la Justicia norteamericana en favor de los buitres a mitad de año. Al poco tiempo, se sumó la mayor caída del precio de la soja junto a la retención y especulación de su sector exportador. Para septiembre del año pasado, con el aumento de la brecha entre el dólar oficial y sus cotizaciones paralelas, la fuerte campaña de economistas opositores y una conducción del Banco Central favorable a las demandas de los grupos financieros y ligados a la exportación, la devaluación ampliada parecía ser sólo una cuestión de tiempo. De hecho, según señala Alejandro Vanoli, “previo a octubre parecía estar clara cuál iba a ser la política cambiaria, pero desde el Gobierno se tomó la decisión política de no devaluar, con una visión muy crítica sobre los resultados de la devaluación de enero”. Una de las primeras medidas presidenciales fue justamente su designación como nuevo presidente del Banco Central a partir del 1 de octubre, lo que le planteó el desafío de llevar adelante esta misma decisión política.

La herencia económica

El año 2014 iba a ser el año del estallido económico, según se deducía de las palabras de algunos sectores de la oposición económica y mediática. Sus profecías de hecho se extendieron al actual verano, pero su calmo andar –en materia económica–, llevó a que los mismos reorientaran sus críticas a “la herencia” del kirchnerismo, posiblemente para evitar recaer en incumplidas profecías de desbordes, sobre todo cuando se observan las altas, aunque no totales, posibilidades de que el Gobierno transite un 2015 con relativa paz económica.