El desafío del FA: entusiasmar a quienes tienen una familia y una oligarquía que mantener

 

La oferta electoral de esta elección fue variada en apariencia, afirma el economista José Gabriel Palma, pues dominó la misma dicotomía que ha caracterizado la política desde el retorno a la democracia: “eficiencia económica” versus “derechos sociales” y medioambiente. La derecha se presenta como la única capaz de generar lo primero, la centro-izquierda y ahora el Frente Amplio, como los únicos interesados en lo segundo. Palma explica por qué esa disyuntiva es artificial, la relaciona con la gran abstención, y sugiere que el éxito del proyecto histórico del FA no dependerá de su capacidad para radicalizarla sino para superarla, pues para romper el statu quo hay que pensar la dinámica del crecimiento, equidad y medio-ambiente desde sus sinergias y no sus contradicciones.

“Los colombianos somos muy malitos”

 

Juana, una mujer madura, lleva en su pecho la foto del “Negro”, un tipo joven. Dice que es su marido y que desapareció días después de la toma del Palacio de Justicia, en 1985. “El ejército ocupó ese edificio de la esquina de la plaza y lo transformó en un centro de tortura”, dice. “A él lo secuestraron.” Los dos militaban en el M-19, la organización que tomó la construcción más grande de líneas simples que domina la escena de un conjunto de edificios públicos enormes, construidos con una piedra amarillenta que parece oxidada.

Una nueva vieja derecha

 

No podría ser tan similar la derecha que vuelve en países de América Latina y esa misma derecha en los años 1980/1990, en sus programas de gobierno. Aplican duros ajustes fiscales, a partir de los mismos diagnósticos que criminalizaban los gastos estatales, las políticas sociales, los derechos de los trabajadores. Los gobiernos de Macri y de Temer no toman en cuenta que ese mismo programa se ha agotado, que fracasó y que fue reemplazado por el de gobiernos exitosos, que disminuyeron significativamente la pobreza y la exclusión social.

Los territorios de la guerra, las guerras del territorio

 

Los territorios son el centro estratégico de la competencia mundial y las relaciones de poder.

La relación con el territorio es tan vieja como la historia de la humanidad, pero por primera vez, con el capitalismo del siglo XXI, el territorio adquiere signos de finitud.  No sólo tiene carácter de objeto –y es tratado como tal–, sino que se ha convertido en un objeto escaso.

¿Cómo superar la restricción externa?

 

América Latina busca la manera de afrontar la restricción externa. La desaceleración de la economía mundial dura ya casi una década. El consumo sigue sin recuperarse. La productividad está estancada. La expansión monetaria de los países centrales no ha logrado reactivar la economía real. La deuda global triplica al PIB mundial. La financiarización se propaga en forma imparable. La economía ficticia es la que domina a la real. Una encrucijada que tiene en jaque incluso al orden dominante.

Contra la amenaza de intervención militar estadounidense en Venezuela, en defensa de la soberanía latinoamericana y caribeña

 

Desde 1823, Estados Unidos ha intervenido, invadido, ocupado, vulnerado y avasallado la soberanía de casi todos los países de América Latina y el Caribe. Lo ha hecho mediante decenas y decenas de operaciones militares directas o de operaciones de inteligencia, con la complicidad de grupos de poder local, la derecha y la ultra derecha de nuestros países, que han provocado golpes de Estado, el derrumbe de gobiernos constitucionales y una permanente fragilidad democrática en una región que ha sido tratada siempre como el patio trasero de un imperio prepotente y autoritario.