Actual debilidad del sector externo y sus perspectivas
Este texto, para situarnos temporalmente, está redactado en medio de la turbulencia financiera mundial que ha desatado el nuevo presidente de Estados Unidos con sus decisiones en términos del sector externo de la economía estadounidense, y también en función de la evolución de nuestra economía en ese mismo sector.
¿CEPO sí o no?
Los grandes inversores piden terminar con las restricciones a la salida de capitales, que eso es el CEPO. Los titulares del capital concentrado, eso son los grandes inversores, cuentan con el aval “profesional” del FMI, que también reclama salir del CEPO.
Son quienes pretenden libertad del movimiento internacional de capitales, de entrada y de salida, pero no ingresan capitales si no se les permite salir cuando quieran.
Argentina ante el fin de la globalización
Los desafíos de 2025. Un nuevo “puente” para llegar a las elecciones
El gobierno de Milei logró terminar el primer año de mandato con un escenario macroeconómico más ordenado del recibido, mayor cantidad de reservas brutas, una inflación en franca desaceleración y, a pesar de las subas de las últimas semanas, una fuerte disminución de la brecha cambiaria. También pudo afrontar los vencimientos de deuda de 2024 y cuenta con los dólares necesarios para los de enero 2025 –más U$S 4.000 M–.
Alivio para las reservas: BCRA anunció que renovó los u$s5.000 millones del swap con China hasta julio de 2026
El Gobierno finalmente logró renovar el tramo del swap con China hasta julio de 2026. Tras un año de gracia, Argentina deberá pagar gradualmente su deuda.
Una precaria estabilidad externa
CLAVES DEL INFORME
- El gobierno plantea un avance en el “saneamiento” del BCRA pero no logra consolidar una acumulación de divisas genuina aún con una fenomenal recesión y estricto cepo cambiario.
- Si la deuda con importadores era un problema, en estos meses se profundizó. La deuda anterior sigue existiendo, y se sumó más deuda a un ritmo récord.
2019 ¿Año par o impar?
La economía argentina entra al año electoral con el modelo de M agotado. La fantasía inicial de una abundancia de dólares basada en el endeudamiento externo y la atracción de capitales especulativos encontró sus propios límites.
La deuda, un viento de cola convertido en huracán
La crisis que vivimos es producto del creciente resultado adverso en el sector externo, la política monetarista en materia de lucha contra la inflación y el desenfrenado ritmo de crecimiento de la deuda externa. Eso fue posible por el viento de cola generado por la una alianza con el capital financiero internacional que financió el desaguisado establecido en el poder. Esto parece haber llegado a su fin y el costo fue autoinflingirse una solución yendo al FMI.