Nacional y popular

Del gobierno de los Kirchner se podrá decir muchas cosas, pero lo que es innegable es que fue un gobierno nacional y popular en el más amplio sentido de esa conjunción de palabras, y esto es así porque defendió el trabajo y la producción argentinos, armó una alianza de hecho entre los trabajadores y el capital dispuesto a invertir en el país donde ambos crecían y ambos se retroalimentaban, se propuso la creación de nuevos empleos, apuntaló las economías regionales y el federalismo, impulsó la obra pública en infraestructura, nacionalizó YPF, incentivó la ciencia nacional como lo demuestra la repatriación de investigadores y las inversiones en los distintos estamentos públicos (Conicet; INTI; INTA;Invap; energía nuclear, etc., etc.) y hasta puso en órbita un satélite de comunicaciones geoestacionario operado por la empresa propiedad del Estado argentino Arsat-1 que fue construido por la empresa argentina Invap.

Logros y deudas del kirchnerismo

El escritor norteamericano Mark Twain señaló alguna vez que “existen tres tipos de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras, y las estadísticas”. En gran medida, éstas corresponden a una ciencia que, como afirma un viejo dicho, “alientan a que la gente lleve bombas al avión, porque las estadísticas demuestran que es casi nula la posibilidad de que dos personas lleven bombas”.

El mito del eterno retorno

Cuando uno se encuentra con el comienzo del último año de una gestión en un país con las particularidades de la Argentina, resurge la idea de compararlo con otras situaciones similares, como si la historia fuera circular, como si los hechos se repitieran, lo que hasta puede parecer cierto en apariencia. Sin embargo, la realidad subyacente es otra.

Para el Gobierno la deuda es lo único que permite financiar transición

En el último mes y medio, el escenario de escasez de dólares mejoró. Por un lado, se hicieron realidad algunas de las cajas que veníamos mencionando en los últimos meses (swap con China, licitación del 4G, acuerdo con cerealeras, etc.) permitiendo a las reservas volver a superar los u$s 30.000 millones y al mismo tiempo empezar a abrir lentamente el grifo de pagos a los importadores netos. Por otro, el ruido discursivo contra los buitres se moderó y apareció en el horizonte la expectativa de inicio de negociación del fallo en enero una vez caducada la cláusula RUFO, y en paralelo se avanzó con la decisión de abrir el mercado de crédito convalidando tasas altas con el anuncio del canje del Boden 2015 que en rigor incluyó detrás la colocación de hasta u$s 3.000 millones en Bonar 2024.

Cuatro escenarios y un pronóstico para 2015

La Argentina del futuro cercano podrá ser bella, espantosa, patética, esplendorosa... nadie lo sabe. Si consideramos todas las variables, habrá que incluir si suben o bajan la soja, el petróleo, el delito, el dólar, el riesgo país, el griesismo... Son demasiadas variables. Ahora bien, si tomamos en cuenta la variable “cultura política”, entonces los escenarios futuros son cuatro: el péndulo hacia el abismo, el péndulo con contención, la continuidad sin autocrítica y la continuidad reflexiva. Cada uno de estos escenarios depende de relaciones sociales de fuerza, condiciones económicas y de la hipótesis de que Argentina quiebre su cultura política pendular y refundacional. A mi juicio, hay un escenario ideal, aunque al mismo tiempo creo que es el menos probable. De todos modos debe ser enunciado, al menos para comparar aquello que suceda con lo que no.

Tres leyes para profundizar el desarrollo con inclusión social

En el mes de diciembre se han aprobado tres leyes muy significativas si se las aprecia como pasos decisivos en torno del proceso de consolidación y profundización del desarrollo con inclusión social. Estas leyes no han tenido la repercusión que se merecen, tapadas en los medios masivos de comunicación por noticias relativas al deseo de sus emisores de ocultar los cambios trascendentales que suponen los avances legislativos de nuestro Congreso nacional.

Creemos, entonces, necesario otorgar su justo relieve a estas nuevas normas vinculadas con actividades clave del país e intentar, con este modesto aporte, que se conozcan en su real esencia y en su importante aspecto hacia el futuro.

La legislación que pasó en forma airosa el escrutinio de nuestros legisladores fue iniciativa, en los tres casos, tanto de proyectos del Poder Ejecutivo como de propuestas de legisladores del Frente para la Victoria y su implementación permitirá ampliar los derechos sociales y económicos de los sectores sociales de menor nivel económico y de más bajo ingreso.

Balance 2014 con inflación en baja y suba de reservas

La mayoría de los datos de la economía nacional indican que 2014 ha sido un año de amesetamiento de la producción, con sectores que han evidenciado aumentos y otros, disminuciones; en muchos casos las producciones sectoriales crecieron durante algunos meses y se redujeron en otros. Estos comportamientos no han permitido identificar una tendencia clara para la economía, y de allí la designación de esta evolución como "amesetamiento". De hecho, el PBI para todo el año 2014 arrojaría una variación cercana al 0% comparado con el año anterior.

La verdadera discusión

El modelo kirchnerista original crecía en base al mercado interno (con trabajo y producción nacional) y se financiaba con el superávit comercial, a la vez que los dos canjes de deudas realizados en el año 2005 y 2010 lograron hacer que disminuyera considerablemente el capital adeudado y estirar los plazos, con lo cual los servicios de la deuda (pago de los vencimientos de capital y de los intereses) representaban solo el 1,3% del PIB en el año 2012, cuando era por año de tres veces y media más en el período 1980-2001.

La mejora del perfil de deuda y las ventas al exterior donde prevalecen los acuerdos con China, demás países miembros del Brics y en la Unasur, logró frenar la restricción externa que implica para la producción en general y la industria en particular, dependiente de insumos y de energía importada, restricción que fatídicamente tiene su ciclo que se preveía pero que fue desencadenándose en forma más violenta ante la suba del precio del petróleo y el fin del dólar “barato” tras la crisis del año 2009.