Lanzamiento del satélite argentino ARSAT-1: Palabras de la presidenta de la Nación
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, POR CADENA NACIONAL, LUEGO DEL LANZAMIENTO DEL PRIMER SATÉLITE GEOESTACIONARIO ARGENTINO ARSAT-1, DESDE LA BASE KOUROU, EN GUAYANA FRANCESA.
“Los medios pretenden instalar que el tipo de cambio está atrasado”
Usted afirmó que la gestión de Alejandro Vanoli al frente del Banco Central tendrá un sesgo más normativo para el control de cambios ilegal. ¿Qué instrumentos están disponibles que no se hayan utilizado hasta ahora?
–En primer lugar, existe una operatoria legal y otra que no lo es. Luego, tenemos una corporación de medios con una enorme capacidad de instalación de sentido común, que quiere revertir la cuestión económica y dice que el tipo de cambio oficial está atrasado midiendo la diferencia que hay entre el valor del dólar ilegal y el oficial. Desde allí se establece el supuesto atraso cambiario que, desde luego, tiene un peso muy grande en la economía, porque todo eso actúa sobre los agentes económicos y en las famosas expectativas. Hay operatorias legales que tendrían que ser modificadas desde el punto de vista de la normativa, por ejemplo, el famoso “contado con liqui”. Esa es una norma que le permite a alguien sacar dólares del país sin moverse de su sillón y sin tocar un solo dólar, es decir, comprando con pesos un bono dolarizado. Los bonos no se venden, todo es una operación electrónica. Y así se fuga una gran cantidad de dólares.
Radiografía de la burguesía
Los investigadores Schorr, Gaggero y Wainer presentaron el libro que retrata qué pasó con los principales conglomerados empresarios desde la salida de la convertibilidad y cuáles fueron las razones de los ascensos y descensos de esos holdings.
“Hay un proceso claro de colonización del Estado que hoy está quebrado”
La presentación del libro Restricción eterna: el poder económico durante el kirchnerismo, recorre los alcances de las transformaciones de la última década.
Nosotros compartimos una visión un tanto crítica y en algún caso un poco pesimista respecto de pensar que con estos actores dominantes la Argentina puede sentar las bases para un proceso de desarrollo, y por eso esta idea de la restricción eterna como una cuestión por lo menos para problematizar”, abrió el debate el sociólogo Martín Schorr al dar inicio a la presentación de Restricción eterna: el poder económico durante el kirchnerismo, libro que escribió junto a Alejandro Gaggero y Andrés Wainer.
“El único actor relevante de estas leyes es el consumidor”
El alcance de las nuevas medidas aprobadas esta semana por el Congreso. El rechazo de las grandes cámaras empresariales y de la oposicion y el aporte de las asociaciones de consumidores y de las pequeñas y medianas empresas.
Si tuviera que definir el objetivo central al que apuntan las leyes recientemente aprobadas, ¿cuál sería?
–El único actor relevante en toda esta situación es el consumidor y hacia allí apunta este paquete de leyes. Dicho esto, lo que mandamos al Congreso es un paquete integral de iniciativas que supone novedades que nosotros calificamos de históricas, revolucionarias. Estamos creando una nueva Justicia para el consumidor, orientada a la resolución de los conflictos habituales en las relaciones de consumo a las que cualquier consumidor se enfrenta todos los días. Sobre todo, a los abusos de las grandes empresas proveedoras de servicios y de bienes ante las cuales cada uno experimenta indefensión ante la situación actual.
Extraños elogios
La Argentina alcanzó el tercer puesto en el ranking de países con mayor crecimiento inclusivo entre las naciones emergentes, detrás de Bulgaria y China. Así lo determinó un trabajo de investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI). El trabajo, que mide la evolución del crecimiento inclusivo de las naciones emergentes desde los años ’90, pretende ser una síntesis de los nuevos enfoques de crecimiento, que incluyen conceptos como igualdad de oportunidades, protección del empleo y disminución de la pobreza. El paper da cuenta también de las tensiones dentro del propio organismo, que suele tener una mirada ortodoxa a la hora de evaluar la evolución de las economías del mundo.
En el período 2005-2011, Bulgaria lideró la tabla de mejor desempeño, con un índice de 0.843; seguido por China (0.842), y Argentina (0.830), mientras que los más rezagados fueron Chad (0.334), Africa Central (0.402) y Níger (0.415). Este índice es similar al Coeficiente de Gini, cuanto más cercano o convergente a 1 se encuentra, mayor es el crecimiento inclusivo.
En comparación con otros países de la región, Brasil está en el puesto 11, Perú y Paraguay, en las ubicaciones 13 y 38, respectivamente. Chile está en el puesto 15 y México en el 18. “La historia reciente ha demostrado que el alto crecimiento por sí solo no conduce a mejores resultados sociales. Lo que importa es que el crecimiento sea inclusivo o no. Por lo tanto, la inclusión es un elemento esencial de cualquier estrategia de crecimiento exitosa”, sostiene el documento.
La posición de la Argentina fue cambiando con el paso del tiempo. En el período 1990-1994 llegó a ocupar el puesto número cuatro. Luego de la profunda crisis de la convertibilidad y el neoliberalismo, cayó al puesto 9 para el período 1995-1999. Con el estallido de la crisis, pasó al puesto 12 (2000-2004), para volver ahora al tercer puesto.
Crisis de representatividad
La debacle de 2001 por décadas de políticas de ajuste dictadas por la ortodoxia provocó una profunda crisis de representatividad de los políticos. Elevados niveles de desempleo y exclusión social en un escenario recesivo terminaron cuestionando la legitimidad de liderazgos políticos que quedó resumida en la consigna “Que se vayan todos”. La reversión de ese rechazo no fue producto de una campaña de marketing, sino que fue lograda a partir de iniciativas que reconciliaron a una parte de la sociedad con la esencia de la política. Durante el período en que la política descendía en la consideración de la población quedaba disimulada la crisis de representatividad de otros actores sociales, como la de las cámaras empresarias.
El péndulo argentino: ¿Hasta cuando?
Las últimas décadas en la Argentina se han caracterizado por cambios muy bruscos y muy frecuentes de la política económica que muestran una oscilación pendular entre dos corrientes antagónicas: la corriente expansionista o popular y la ortodoxia o el liberalismo económico.
La corriente popular refleja las aspiraciones de las grandes masas de la población. Sus ideas en materia económica reconocen la influencia del modelo keynesiano y del nacionalismo económico. Sus principales objetivos son la distribución progresiva del ingreso y el pleno empleo.
Libro publicado en 1985
El costo de vida
En la teoría económica, el principal componente del costo de la vida son los alimentos, es más, los economistas llamados clásicos (Adam Smith, David Ricardo, James Stuart Mill, y otros) hablaban de la ley de bronce del salario que es el valor de los alimentos, por eso, por ejemplo, David Ricardo igualaba al salario al costo del trigo, e infería que si se bajaba el costo del trigo (alimento) podrían bajar los salarios, que era la base para hacer un país industrial transfiriendo recursos de la tierra y del trabajo.
Pero para la Argentina la situación fue distinta. En primer lugar no somos un país pobre, al contrario, pero sí se tiene una injusta distribución y apropiación de lo que se produce, eso explica, por ejemplo, que produciendo granos por más de 100 millones de toneladas por año, capaz de alimentar más de 400 millones de personas, siendo un poco más de 40 millones de habitantes, tenemos parte de la población que no consume los alimentos necesarios para vivir.
La pelea con las provincias petroleras
La discusión de la nueva ley de hidrocarburos pone en primer plano, una vez más, las tensiones sempiternas entre la nación y las provincias. Sin embargo, el problema es más profundo y pareciera que no se lo está discutiendo en su dimensión más importante. Hasta ahora, los puntos conflictivos tienen que ver con el reparto de la renta petrolera y con la reivindicación que hacen las provincias de su derecho a decidir respecto de estos recursos.