“El problema de las tomas sólo se resuelve con políticas públicas”

Quien hasta este año fuera vicepresidente primero de la comisión “Vivienda” de la Legislatura porteña, con más de 40 años de experiencia en el cooperativismo y la economía solidaria, habla sobre los reclamos de terrenos en Lugano.

Es conocedor profundo de la problemática de las villas desde muy joven, ya que siendo estudiante de magisterio, en el año 1966, concurría a la Villa 31 para dar apoyo escolar y alfabetizar. “Antes eran numerosas, pero hoy las villas son ciudades enteras”, dice Edgardo Form sobre las necesidades habitacionales insatisfechas a las que reconoce como un problema de larga data, “pero incrementado con las políticas de este gobierno porteño”.

Bases del modelo de crecimiento del kirchnerismo

A continuación compartimos una ponencia del Lic. en economía Horacio Rovelli sobre base del modelo de crecimiento del kirchnerismo basada en el consumo interno, el empleo de mano de obra local, la utilización de la capacidad instalada los acuerdos internacionales y procura de nuevos mercados, el superávit comercial y la expansión fiscal. Se hace también, un análisis sobre las medidas tomadas para la normalización de la deuda externa argentina.

El supuesto ajuste ortodoxo del gobierno, en el sueño de la derecha

Desde los sectores del pensamiento neoliberal se intenta indicar que este gobierno ha abandonado su proyecto y ha cambiado el rumbo, aplicando un ajuste ortodoxo, argumento con el cual discrepo totalmente. El rumbo elegido ha sido la recuperación del rol del Estado, con nuevos sentidos y acciones concretas: estatización de Aerolíneas, YPF, del sistema jubilatorio y reforma a la Carta Orgánica del Banco Central, entre otras. En esencia, desandar el camino desregulador y privatizador de los noventa, ese es el rumbo que se mantiene. Pero esta orientación genera inevitablemente tensiones, porque se afectan intereses.

Respecto a las decisiones cambiarias, creo que el gobierno tomó conciencia de que existía un real problema y buscó caminos para resolverlo. Primero incrementando diariamente el valor del dólar, proceso que generó mayores expectativas devaluatorias.

Qué es el el progresismo

¿Qué significa “progresismo” en la Argentina?

Abelardo Vitale: El progresismo -como etiqueta- atraviesa la misma polisemia que todas las expresiones políticas. La misma pregunta podríamos hacer con respecto a qué es ser peronista o qué es ser radical. Son categorías que siempre están atadas a la coyuntura y su identificación. Como toda identificación, siempre se da en contraposición a otro. La teoría progresista tiene en sus orígenes ciertos resabios y sonidos atrayentes en términos de una tradición de izquierda o de centro-izquierda.

Los bancos todavía la están contando

El sistema bancario argentino ganó el año pasado 29.169 millones de pesos, un 50,2 por ciento por encima del resultado obtenido en 2012 (19.415 millones), según el último informe del sector, que difundió ayer el Banco Central. Este resultado record se obtuvo en un año en el que desde el Central se profundizaron las herramientas para redireccionar el crédito a la actividad productiva, política que motivó que desde los bancos privados se alzaran voces alertando sobre una supuesta pérdida de rentabilidad e inviabilidad del negocio. Más precisamente, la obligatoriedad de prestar como mínimo el 5 por ciento de la cartera para inversión productiva a una tasa de interés anual en torno del 15 por ciento fue la más resistida.

“La intermediación financiera continuó expandiéndose marcadamente. Así, a lo largo de 2013, el crédito a los sectores productivos y a los hogares acumuló un importante dinamismo, al tiempo que los depósitos a plazo en pesos del sector privado incrementaron su participación en el fondeo total del conjunto de bancos. El sistema financiero cerró el noveno año consecutivo con ganancias contables, presentando elevados indicadores de liquidez y solvencia”, dice el informe del Central.

La banca argentina sigue siendo la estrella del modelo económico al que sus interlocutores critican sistemáticamente. La performance de la rentabilidad del sector financiero a lo largo del último lustro supera el desempeño de cualquier otro sector de la economía argentina. Durante los últimos años, los bancos mostraron un incremento sostenido en sus resultados netos, pasando de 4746 millones de pesos en 2008 a 29.169 millones el año pasado, equivalente a 514 por ciento. Según el anexo que acompaña a partir de este año al habitual Informe sobre Bancos, las entidades privadas ganaron 17.417 millones de pesos, un 44 por ciento por encima de los 12.086 millones de 2012. Los bancos nacionales acumularon una ganancia de 7619 millones de pesos, 44,3 por ciento más que los 5279 millones de 2012, mientras que los extranjeros embolsaron 9797 millones, un 43,9 por ciento superior a los 6807 millones en 2012.

Entre los elementos que explican este comportamiento se destaca el crecimiento del margen bruto por intermediación, a partir del elevado spread de tasas que maneja el sector entre lo que presta y los depósitos que toma, y los resultados por tenencia de títulos públicos. La banca pública también registró un envidiable balance, con una ganancia de 11.047 millones de pesos, un 66 por ciento por encima de los 6653 millones que obtuvo en 2012.

El informe detalla también que las financiaciones en pesos al sector privado aumentaron 34,1 por ciento respecto del año pasado, con “una expansión difundida entre las distintas líneas de crédito”. El crecimiento mensual del crédito total (pesos y dólares) al sector privado estuvo impulsado principalmente por el segmento a empresas, que verificó un incremento 30,7 por ciento interanual. Por su parte, las financiaciones a las familias crecieron 30,9 por ciento en el período. La autoridad monetaria que conduce Juan Carlos Fábrega remarca que a través de la resistida Línea de Crédito para la Inversión Productiva se desembolsaron unos 35.100 millones de pesos el año pasado, y la cifra asciende a 53.700 millones desde su implementación. El nuevo monto a asignar para el primer semestre de este año será de 23 mil millones de pesos, y el cupo deberá ser acordado exclusivamente a micro, pequeñas y medianas empresas.

Entre los principales indicadores de solvencia del sistema, el informe destaca que la irregularidad del crédito al sector privado finalizó en 1,7 por ciento del total de financiaciones, “nivel que está en línea con el de fines de 2012”. El sistema financiero continuó exhibiendo holgados niveles de previsionamiento, con una cobertura de la cartera irregular que alcanzó 140,2 por ciento a diciembre.

Economía, sentido común y disputa cultural

Un fantasma recorre la Argentina, el fantasma de la repetición. Su potencia no sólo se sustenta en la continuidad de las estructuras económicas en las que se sostiene el poder de los grupos concentrados sino, también y con sintomática intensidad, en la sutil y brutal estrategia discursiva y mediática que le ha permitido fundar, desde los años de la dictadura genocida, el núcleo último del sentido común. La derecha siempre ha sabido de la importancia del relato y de la construcción de subjetividad. Su poder se sostiene, más que en la dureza de la dominación económica, en la hegemonía cultural que nunca ha perdido, más allá de los enormes esfuerzos hechos desde 2003 para disputársela en nombre de las mayorías populares. Ese es el núcleo del conflicto. Ahí radica la debilidad del Gobierno.

Indec: oscuridades en la nueva etapa

“La inocultable falta de confiabilidad del índice de precios al consumidor (IPC) calculado por el INDEC ha privado a la sociedad de una herramienta fundamental para conocer la verdadera situación económica del país(..) En estas circunstancias, los principales perjudicados son, una vez más, los trabajadores que carecen de elementos para conocer con precisión las variaciones del poder adquisitivo de sus salarios”. (CENDA, marzo 2011).

Un índice pluricultural

El nuevo índice de precios al consumidor del Indec (IPC nacional urbano) es el resultado de cuatro años de trabajo del Estado, donde participaron provincias, organismos internacionales y centros estadísticos de otros países. “Por primera vez en la historia argentina se elaboró un índice de precios a nivel nacional. Esto implica reflejar una canasta de consumo representativa de lo que compran los hogares, pero no sólo en el área metropolitana (como ocurría hasta el momento) sino para todo el país”, explicó el ministro de Economía, Axel Kicillof. El esfuerzo que requirió este proyecto no tiene precedentes. La construcción del IPCNu comenzó con el Censo Nacional de 2010, que permitió conocer la distribución poblacional de las zonas urbanas. Con los números del Censo 2001, la medición de precios se habría concentrado en pocos distritos representativos, cuando ahora asciende a 146 localidades en todo el país, lo que permite estimar el impacto del proceso inflacionario sobre 36 millones de argentinos.

Índice de confianza

El esperado debut del nuevo índice de precios podrá posibilitarle al Gobierno restituir la confianza en las cifras oficiales de inflación, pobreza e indigencia. Por qué no eran confiables los indicadores, tanto previos como con posterioridad a la intervención.

El 3,7% se convirtió en la cifra de la semana. Con un dólar oficial y paralelo estable, y con tendencia a la baja, el guarismo del nuevo Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (Ipcnu) para el mes de enero adquirió el mayor protagonismo, y parece haber superado el examen de ingreso tanto para oficialistas como opositores. La cifra, presentada el pasado jueves por el ministro de Economía, Axel Kicillof , junto a los directores del Indec, Ana María Edwin y Norberto Itzcovich, quedó lejos del maquillaje efectuado durante los últimos siete años, pero aun siendo alta en términos absolutos, fue menor a la que expusieron consultoras privadas y un sector de la oposición, los cuales la ubicaron por encima del 4%.