“Los EE.UU. dan prioridad a sus maniobras contra Rusia, no a las vidas de los ucranianos”.

La invasión de Ucrania por parte del presidente ruso Vladimir Putin supone un absoluto desastre para Ucrania, y la guerra no marcha bien para las fuerzas rusas, que están sufriendo grandes pérdidas y puede que se estén quedando sin suministros y sin moral. Quizás por ello, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, animado también por el apoyo que Ucrania ha recibido de los países occidentales, afirmó hace unos días en la emisora estatal griega ERT que "la guerra terminará cuando gane Ucrania".

La mano que mece la cuna

El lunes 7 de marzo las fuerzas militares rusas localizaron una red de seis laboratorios en la zona del Donbas. Las instalaciones halladas, algunas parcialmente desmanteladas, corresponden a laboratorios de investigación militar gestionados por investigadores estadounidenses y ucranianos en forma conjunta. Los documentos encontrados en los laboratorios se vinculan con la contratista Southern Research Institute, adscripta a la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa (DTRA), una dependencia del Pentágono.

Estados Unidos y Venezuela: un diálogo con olor a petróleo

La portavoz de la Casa Blanca Jen Psaki, confirmó en rueda de prensa la reunión sostenida el sábado 5 de marzo por una delegación estadounidense de alto nivel con el Presidente y funcionarios del gobierno venezolano. Nicolás Maduro, acaba también de confirmarla. No se conoce detalladamente lo conversado, pero ha trascendido que el tema del petróleo y las sanciones estuvieron sobre la mesa.

La crisis migratoria está más allá de la frontera estadounidense

La contención de personas ha sido el eje central de la política migratoria en Estados Unidos durante casi tres décadas y la respuesta más elemental a la migración indocumentada. En términos generales, la estrategia ha consistido en reforzar las medidas de seguridad en la frontera para evitar —o cuando menos disuadir— el ingreso de más migrantes al país.

China, Estados Unidos, Brasil y Argentina

La disputa entre Estados Unidos y China es mucho más que una simple controversia comercial, por eso la firma de una tregua temporal entre ambas naciones trae la buena noticia de haber detenido momentáneamente la probabilidad de una recesión de la economía mundial o, en su defecto, retrasar del colapso de los mercados bursátiles. La mala noticia para los optimistas es que la rivalidad es estratégica, ya que gira en torno a la hegemónica mundial, lo que sugiere que cualquier acuerdo será pasajero.