Estados Unidos y Venezuela: un diálogo con olor a petróleo

La portavoz de la Casa Blanca Jen Psaki, confirmó en rueda de prensa la reunión sostenida el sábado 5 de marzo por una delegación estadounidense de alto nivel con el Presidente y funcionarios del gobierno venezolano. Nicolás Maduro, acaba también de confirmarla. No se conoce detalladamente lo conversado, pero ha trascendido que el tema del petróleo y las sanciones estuvieron sobre la mesa.

La crisis migratoria está más allá de la frontera estadounidense

La contención de personas ha sido el eje central de la política migratoria en Estados Unidos durante casi tres décadas y la respuesta más elemental a la migración indocumentada. En términos generales, la estrategia ha consistido en reforzar las medidas de seguridad en la frontera para evitar —o cuando menos disuadir— el ingreso de más migrantes al país.

China, Estados Unidos, Brasil y Argentina

La disputa entre Estados Unidos y China es mucho más que una simple controversia comercial, por eso la firma de una tregua temporal entre ambas naciones trae la buena noticia de haber detenido momentáneamente la probabilidad de una recesión de la economía mundial o, en su defecto, retrasar del colapso de los mercados bursátiles. La mala noticia para los optimistas es que la rivalidad es estratégica, ya que gira en torno a la hegemónica mundial, lo que sugiere que cualquier acuerdo será pasajero.

A la deriva y sin timón

 

A comienzo del Siglo XXI podemos dividir la economía mundial en dos grandes franjas, por un lado el capitalismo central del grupo de los 7 (EEUU, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Inglaterra y Japón) que fue en la segunda parte del siglo XX predominante, y eran los que pregonaban “teóricamente” el libre comercio y sostenían que los Estados debían reducir su participación y dejar que los mercados definan lo que debe producir la economía mundial, eufemismo en que las grandes corporaciones penetraban por su mayor conocimiento técnico y economía de escala en todos los países, conformando cadenas globales de valor que los tenían a ellos como centro y los demás debían subordinarse de manera tal que dichas cadenas administradas por las empresas transnacionales de esos países, representaban el 80% del intercambio mundial.