Por el camino correcto
Mario Rapoport, economista e historiador, explica que el libro de Alfredo Zaiat se ocupa de los temas económicos que preocupan hoy a los argentinos: la fuga de capitales y el rol del dólar en nuestra economía y en el mundo, los procesos inflacionarios, la cuestión de las estadísticas, la problemática que origina y multiplica la deuda externa, la importancia del desendeudamiento, el predominio de las finanzas sobre las actividades productivas, el papel del Estado y la existencia o inexistencia de una burguesía nacional. Dice que el título del libro es una paradoja puesto que las ideas que van en dirección contraria son las ideologías predominantes en el mundo de la economía. “En verdad, los que van a contramano son los otros, Zaiat está bien encaminado”, afirma Rapoport.
Comportamientos sociales en escenarios inflacionarios
Bolivia saltó a la fama internacional en el periodo 1982-1985, no por haber sido escenario de un nuevo golpe de estado, sino por cifras inflacionarias que oscilaron entre 8.000 y 22.000 por ciento anual.
El discurso de la nueva derecha, a través de los medios masivos de comunicación, penetró hondamente en la conciencia de muchos segmentos de la sociedad, sobredimensionando la memoria de la hiperinflación, en un marco democrático curiosamente adecuado a las necesidades de autoritarismo económico que no privilegia las necesidades de la mayoría.
La naturaleza de la inflación contemporanea
El fracaso de las tentativas destinadas a combatir la inflación, el carácter insatisfactorio de las teorías que se proponen explicar el proceso inflacionario y el reciente debate brasileño sobre las causas actuales de la inflación - que sumados desembocaron en propuestas de desindexación, congelamiento de precios y salarios, reforma monetaria - sugieren una reflexión sobre la naturaleza de los desequilibrios inflacionarios contemporáneos.
Hipótesis y teorias sobre la inflación
La inflación es "noticia" para técnicos y legos, ministros y jubilados, universitarios y amas de casa ¿A quién alcanza responsabilidad por sus causas y efectos? Para intentar una clarificación del tema, el licenciado Juan C. Amigo -director del IADE- exhibe una selección de textos sobre el tema que reúne opiniones a veces controvertidas de ortodoxos, monetaristas, estructuralistas y de quienes auspician un desarrollo socio-económico autónomo para remover las reíces del problema.
Astillas del mismo palo
Mercedes Marcó del Pont es la presidenta del Banco Central y Arturo O’Connell uno de sus directores. Aldo Ferrer es el embajador en Francia y Eduardo Basualdo uno de los directores por el Estado en YPF. Alejandro Vanoli es el titular de la Comisión Nacional de Valores y José Sbattella el titular de la Unidad de Investigación Financiera. Todos esos funcionarios públicos son miembros desde hace años del Plan Fénix, un conjunto de economista nucleados por la Facultad de Ciencias Económicas en donde también figuran varios académicos de prestigio que, sin ser funcionarios ni oficialistas, apoyan muchos de los grandes lineamientos de la política económica del kirchnerismo, como por ejemplo Abraham Gak, Jorge Gaggero, Alberto Muller, Héctor Valle, Salvador Treber y Ricardo Aronskind.
La cuestión inflacionaria en Argentina
La crisis desatada a fines de 2001 representó el fin del ciclo de la Convertibilidad. Un período que representó un enorme retroceso, tanto en las condiciones de vida de gran parte de la población argentina como en el desarrollo productivo. La drástica caída verificada en el empleo industrial y la persistencia –durante casi una década– de una tasa de desempleo abierto de dos dígitos fueron dos de sus heridas más dolorosas. Parte del costo de un esquema económico que tuvo como eje el control de la inflación y la irrestricta liberación de los mercados, mientras se proclamaba que “sobraba un tercio de argentinos”.
Precios internacionales, alimentos e inflación
Desde hace algunos años, el incremento en los niveles de precios de diversos bienes y servicios comienza a ser visualizado como un problema económico que despierta cierta preocupación social. Frente a este panorama, diversos especialistas argumentan que la inflación es desatada por un incremento desmedido de la demanda agregada generado por la política fiscal, monetaria, de seguridad social y salarial del gobierno.
El presente informe muestra que el incremento de los precios, impulsado por la inflación de precios de los Alimentos y Bebidas, se origina en el auge exportador de materias primas que vive el sector agrícola a partir del fuerte incremento de los precios internacionales de los principales productos de exportación. De esta manera, la contención del gasto, la emisión monetaria, la cobertura de la seguridad social y del alza de los salarios no atacaría el corazón del proceso inflacionario, y sólo serviría para generar una parálisis de la actividad económica ligada al mercado interno y una fenomenal concentración de los ingresos en una minoría social ligada al negocio agro-exportador.
Reflexiones sobre la inflación
En años recientes el debate sobre la inflación giró fundamentalmente en torno de cuánto asciende el aumento en el nivel general de precios: si al 10 por ciento anual, como implican las cifras oficiales, o entre el 20 y 30 por ciento, como indican otras fuentes. No es difícil percibir que en meses/años recientes nos enfrentamos con un brote inflacionario importante y que éste supera la suba del tipo de cambio. De allí el aumento de la demanda de dólares y la fuga de capitales en meses recientes debido a las expectativas de devaluación que se estimaba se produciría después de las elecciones. Más allá de estas consecuencias del proceso inflacionario quedan en el tintero muchas otras: su impacto sobre la distribución de los ingresos, el crecimiento y la inversión, el superávit de la balanza comercial y de pagos.
Es importante que nos preguntemos acerca de las causas del proceso inflacionario, y no sólo respecto de los factores que le dan origen en la actual coyuntura, sino también respecto de aquellas que inducen su ulterior propagación.
¿Puede repetirse la década perdida de Japón en los Estados Unidos y Europa?
Luego de la sólida expansión económica de la posguerra, la economía japonesa cayó a principios de los noventa en una etapa de prolongado estancamiento, en lo que inicialmente se conoció como la “década perdida”. La extendida duración del fenómeno y la aparente inefectividad de las políticas implementadas para revertirlo generaron un rico debate en torno a sus verdaderas causas y a las herramientas adecuadas para combatirlo. En la mirada de varios analistas y académicos, lo acontecido en Japón exhibe algunos puntos en común con el actual panorama de la economía mundial, lo que conduce a reflexionar acerca de la posibilidad de que se repita un largo período de bajo crecimiento en los Estados Unidos y en Europa en los próximos años.
Documento de trabajo Nº 1
Según el Memorando de Política Económica del acuerdo firmado por la Argentina con el FMI en septiembre de 2003, "se prevé que el Ministerio de Economía y Producción y la Presidencia del BCRA lancen formalmente el sistema de metas de inflación para el tercer trimestre de 2004, anunciando en forma conjunta las metas de inflación correspondientes al 2005 y 2006" (Ministerio de Economía y Producción, 2003).