Sobreprecios de medicamentos
El cisplatino es una droga para el tratamiento del cáncer. El Ministerio de Salud la compra para abastecer programas nacionales de provisión gratuita de medicamentos esenciales. La convocatoria es por licitación pública y los laboratorios presentan ofertas. En la última hubo sobreprecios del 178 por ciento respecto al valor de la oferta de marzo de este año, y del 71 por ciento en relación con el de referencia determinado por la Sindicatura General de la Nación (Sigen). Frente a estos aumentos injustificados, el Ministerio de Salud envió una nota a la Secretaría de Comercio detallado la situación, denunciando los sobreprecios y alertando sobre el riesgo de desabastecimiento de ese fármaco en los planes nacionales.
Los ’90 globales
Hace dos semanas, me esforzaba en este mismo espacio para intentar desencriptar, aunque sea un poco, algunos ítem de los distintos tratados de libre comercio que Estados Unidos negocia en diferentes regiones del mundo, todos ellos con una zona opaca a la que los pueblos no tienen acceso. Digo “me esforzaba” porque a todos nos gusta entretenernos, incluso a los que escribimos, pero estamos en una instancia en la que hay que considerar la pulsión de esta época al entretenimiento como una de las piezas clave que permiten moverse con tranquilidad a los factores del poder real. Mientras esa pulsión, que antes estaba reservada a un género periodístico o televisivo, ha revestido la torta global como un glasé y cada vez menos gente soporta leer de corrido notas ásperas y complejas, el mundo se vuelve a cada instante más áspero y complejo.
En aquel caso, el tema era el TTIP y su cláusula madre, la ISDS, que plantea que en los futuros litigios entre las grandes corporaciones y los respectivos Estados, no intervendrá la Justicia del Estado en cuestión sino un equipo de árbitros privados. Eso equivale al desmantelamiento de los andamiajes jurídicos europeos y el asomo de una Justicia privatizada y al servicio del mercado. Se sugiere repasar la última oración. Si logran darle cuerpo a esa Justicia privatizada –o logran imponer, como en el caso escandaloso de la FIFA, la Justicia extraterritorial de Estados Unidos no ya porque el dinero haya pasado por su territorio, sino porque un correo electrónico que pasó por un servidor norteamericano también puede ser usado como prueba y habilitar la actuación de la Justicia de ese país–, estaríamos en presencia de la maniobra más brutal del neocolonialismo, que ya no pasa por la extensión territorial sino por la ampliación de su jurisdicción para dictar reglas de juego.
La escala de la maniobra es global. Esta semana, muy lejos de Estrasburgo, en Panamá, nuevas filtraciones de Wikileaks permitieron saber algo de cómo se están desarrollando las frenéticas negociaciones secretas del TISA (Trade in Services Agreement). Según un informe del periodista Marco Gandásegui, cincuenta países llevan adelante esas negociaciones, asesorados por funcionarios de Estados Unidos y la Unión Europea. Como el TTIP, el TISA plantea un cambio radical en el orden mundial: se trata en todos los casos de alianzas neoliberales de dimensión planetaria, y ponen sobre la mesa el nuevo y verdadero objeto de lucha, que es el geopoder. Para asegurárselo, Estados Unidos apura esos tratados, antes de que China y Rusia, por un lado, tienten a los diferentes países miembros con negocios más convenientes, y por otro antes de que el secreto trascienda y en los distintos países se construya masa crítica para rechazarlos.
El TISA abarca telecomunicaciones, servicios financieros, seguros y transporte, comercio electrónico, entre otros rubros cuyas condiciones de intercambio se pretende dejar regulada ya con la firma del tratado. Lo urgente que hay que entender es que esas regulaciones que vienen en combo con los tratados vulneran en casi todos los casos las respectivas leyes nacionales, autonómicas o municipales. Es decir: mientras a la luz del día distintos foros internacionales profundizan la necesidad de regular los mercados financieros y sobre todo a su carroña, que no es una excepción sino un subproducto inherente a esta etapa del capitalismo, desde el poder central de Occidente se intenta firmar bajo cuerda tratados que no tienen por objeto comerciar libremente, sino ganar la pelea de la hora, que como hemos visto los argentinos con el bizarro caso del juez Griesa, es la pelea por la jurisdicción. Las corporaciones, como los buitres, que las inspiran, quieren asegurarse una jurisdicción propia, que las ponga a salvo de cualquier regulación futura, sobre todo cuando en Europa del sur se insinúa la inspiración de un cambio.
De acuerdo con el informe de Gandásegui, están negociando el TISA y de hecho aceptando los cinco años iniciales de secreto que supone el tratado, todos los países latinoamericanos que integran la Alianza del Pacífico, a los que se suman muchos países asiáticos. La exigencia mayor es que se eliminen todos los controles de los mercados financieros, incluso sus residuos derivados de la crisis de Wall Street de 2007. Va de suyo que los países que lo firmen quedarán a expensas de los buitres, aunque finalmente muchos de esos países firmen como fachada nueva legislación global al respecto.
En paralelo a estos esfuerzos secretos cuya opacidad sólo se explica por su propia naturaleza predadora, hay otras señales que indican que, en efecto, si hay un círculo rojo, no es autóctono ni mucho menos está integrado por periodistas de una señal local opositora. Lo más parecido a un círculo rojo que se conoce se reúne una vez por año en Holanda o en Austria –donde nació el neoliberalismo en los ’50–, y se llama Grupo de Bilderberg. Lo que más se sabe del Grupo de Bilderberg es que no se sabe nada. Año tras año se reúnen, como a principios de este mes, en una localidad del Tirol austríaco, sin que ninguna cobertura periodística de un gran medio se esfuerce en dar cuenta de lo que allí sucede. Es más: este año hubo periodistas de grandes medios invitados, pero a condición de que no revelen qué escucharon. Vaya si no hay que repensar a qué se le llama periodismo.
El secreto, sin embargo, se fragmenta un poco cada año. Esta vez el Grupo inauguró una página web con consideraciones tan generales que parecían pronunciadas por Sandra Bullock en Miss Simpatía. Trascendieron algunos nombres de los cien invitados anuales, aunque se presume que ni siquiera ellos son los dueños de la torta y su glasé, sino sus CEOS, sus altos ejecutivos, sus delegados. Estuvieron, como el año pasado, representantes de Google y Yahoo!, presidentes de empresas como Airbus, Lockheed Martin, Chevron, Exxon Mobil, BP, AT&T, Bell-South, además de los dueños de algunos grandes bancos como el Santander, más los primeros ministros de Austria y Bélgica, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, o el ex presidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso. La invitación que más impresión causó fue la de Pedro Sánchez, actual secretario general del PSOE español, ya que no hubo invitación para nadie del PP. El Grupo de Bildenberg, al parecer, pone en el PSOE sus esperanzas en las elecciones generales españolas de este año.
Algunas ideas que trascendieron de la reunión, según el periodista Carlos Santamaría de RT, son la necesidad de cohesión de la elite global frente al desafío de nuevas grietas en su proyecto de gobernanza del mundo. El surgimiento de la multipolaridad es básicamente frente a lo que se pertrechan. Analizaron casos puntuales que consideran amenazantes, como la reciente ley de impuesto a la herencia ecuatoriana. Quieren evitar réplicas. Discutieron también la necesidad de concentrar poderes político-militares, y dónde creen prioritario actuar. América latina es uno de esos lugares. El otro frente donde evaluaron que hace falta más acción es la ex Europa del Este y los países bálticos, destinados ya a la movilización de tropas de la OTAN con el pretexto de “la amenaza rusa”, no tanto por sus misiles, sino por sus gasoductos. También sembrarán más violencia en Siria y en Irak, combatiendo al terrorismo que ellos mismos formaron y reclutaron para sacarse de encima a tiranos que no les regalaban el petróleo. Uno de los análisis críticos que circuló después de la reunión y con la información que se obtuvo, es que ese círculo rojo concentra hoy la capacidad de “la organización del desorden controlado” en todo el mundo. Parece un cuento de Orwell, porque Orwell era un visionario.
El apoderado de la cuenta
El ex ejecutivo del banco JP Morgan en Londres, Alfonso Prat-Gay, pretende que la causa HSBC que involucra a 4040 cuentas de argentinos no declaradas a la AFIP cambie de juez. Busca detener, hasta anular, la investigación con el traslado del expediente a un juzgado más amigable. El interés de Prat-Gay radica en que él es uno de los protagonistas de la causa al estar vinculado con la cuenta no declarada de Amalita Lacroze de Fortabat y su nieta Amalia Amoedo por unos 68,3 millones de dólares, saldo correspondiente a fines de 2006. Antes de esa fecha, el monto de la cuenta había superado los 100 millones de dólares, de acuerdo con información adicional aportada por la AFIP al Juzgado Penal Tributario N° 3 a cargo de María Verónica Straccia. La investigación oficial está avanzando en precisar también qué tipo de asesoramiento ha prestado Prat-Gay, a través de su firma de consultoría financiera, a Exprinter International Bank perteneciente a la familia Supervielle. Uno de sus miembros y directivo de la entidad, Pilar Estela Supervielle, figura con el registro de 19,6 millones de dólares en una cuenta en el HSBC Private Bank Ginebra.
“Lo que se fuga no pasa en valija por las fronteras”
La revelación de la existencia de cuentas de argentinos en el exterior no declaradas en el país dejó a la vista la punta del ovillo de los mecanismos de ocultamiento, fuga y evasión, todos ellos bajo responsabilidad del sistema bancario.
La demanda y el ajuste
El rol de la demanda es objeto de una profunda controversia entre la teoría económica keynesiana (heterodoxa) y la teoría llamada convencional (neoclásica u ortodoxa). Esta última sostiene que existe siempre una igualdad entre la oferta global y la demanda global puesto que la ley de Say explica, de manera muy elegante, que toda oferta genera una demanda equivalente, vale decir que el valor de la producción global, que se distribuye entre salarios y beneficios, es suficiente para comprar todo lo producido. Como el “mercado” determina los precios y los salarios entonces no pueden existir ni desocupados ni capacidades de producción ociosas.
Multan en EE.UU. a bancos por manipular el negocio de divisas
Cuatro de los mayores bancos del mundo se declararon ayer culpables de intentar manipular el mercado de divisas de dólares y euros y, junto con otros dos, fueron multados por casi US$ 6000 millones, en el contexto de la investigación que se hace en coordinación entre las autoridades regulatorias de los Estados Unidos y Europa.
Multas por malas prácticas en grandes bancos ya superan los u$s 235.000 M
Veinte de los bancos más grandes del mundo han pagado más de 235.000 millones de dólares en multas y compensaciones en los últimos siete años por una serie de malas prácticas que han marcado a la industria y están retrasando su recuperación.
La escala de los montos, equivalentes a la economía anual de Grecia o Portugal, ha dañado los esfuerzos de los bancos por recuperar capital, ha reducido dividendos a los inversores y ha disminuido el monto que las firmas están dispuestas a prestar.
La denuncia fiscal contra el HSBC
El pedido de indagatoria a 204 titulares de cuentas no declaradas en el HSBC Ginebra presentado por el fiscal Claudio Navas tiene un capítulo especial dedicado a los banqueros de la filial argentina del HSBC. También a la vinculación del HSBC Argentina con las “casas de representación” en el país HSBC Bank USA y HSBC Private Bank (Suisse). En la filial Ginebra de esta última entidad estaban los registros de las 4040 cuentas no declaradas de argentinos. El fiscal advirtió que las tres entidades comparten domicilio, primero en la calle Juan Manso 205, 7° piso, y después en el edificio de Florida 229, 10° piso. El titular del HSBC, Gabriel Martino, desmintió a través de comunicados de prensa, y luego en la propia comisión bicameral de investigación del Congreso, ser dueño de una cuenta no declarada. Rechazó además que el banco haya montado una plataforma ilegal para facilitar la evasión y fuga de capitales. Auditores de la entidad también lo negaron en la comparecencia del martes pasado en el Congreso. De acuerdo con la evaluación realizada por Navas a partir de la información aportada por la AFIP a la causa y a su propia investigación con reportes de la Unidad de Información Financiera (UIF) y el Banco Central, Martino y otros ejecutivos del HSBC tendrán que encontrar una estrategia judicial efectiva ante la acusación del fiscal porque en Argentina no tendrán la misma suerte del banco en Estados Unidos y Europa: pagar una multa millonaria reconociendo la existencia del delito a cambio de interrumpir la acción judicial.
Los que más bancan
El Banco Nación es la entidad financiera que más les presta a las micro, pequeñas y medianas empresas de la Argentina, seguido por el Banco Galicia, el Banco Provincia de Buenos Aires, Santander Río y el Banco Credicoop. Esto surge de estimar el volumen total, en pesos, de préstamos otorgados a empresas MiPymes. Un banco público estatal, que en varias oportunidades sufrió intentos de privatización, resultó ser la entidad que destina el mayor volumen de recursos hacia este segmento de empresas.
Formas legales de la dependencia
La independencia económica en su versión actual significa desarrollo económico integrado y autónomo, con justa distribución de la riqueza y los ingresos, y tiene por requisito indispensable la soberanía legislativa y judicial, impunemente enajenada en favor de poderes neocoloniales sometiendo las controversias entre grupos corporativos transnacionales y la Argentina a tribunales judiciales y arbitrales extranjeros.
La ley sancionada en 1994, en virtud de la cual la Argentina adhirió al convenio constitutivo del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), una dependencia del Banco Mundial, es acompañada por 54 tratados bilaterales de supuesta promoción recíproca de las inversiones extranjeras firmados por el Poder Ejecutivo y aprobados por el Congreso Nacional.